jueves 21 noviembre, 2024
Salud

Cómo nos ayudan las pesadillas en momentos estresantes

Según estudios realizados, las pesadillas nos ayudan a atravesar diferentes situaciones de estrés.

Cuando tenemos sueños malos, en realidad no es algo negativo, sino que nos estamos preparando para hacerle frente a los problemas reales.

Lo importante es tener un sueño profundo, de esa manera podemos tener un verdadero descanso reparador, relajando la mente y el cuerpo, y así rendir una próxima jornada.

Lo que ocurre en algunas ocasiones, es que las pesadillas obstaculiza el momento de descanso, y muchas veces no se puede volver a conciliar el sueño profundo con facilidad.

Muchas personas creen que tener pesadillas es un problema, sin embargo, investigadores de Suiza y de Estados Unidos, de la Universidad de Ginebra (Suiza), confirmaron que en el momento que se tiene una pesadilla, las regiones del cerebro que controlan las emociones, presentan una mayor actividad. De aquí que se infiere que durante las pesadillas las personas generan una especie de entrenamiento y herramientas para llevar a cabo en la vida.

La Neuróloga y miembro de A.A.M.S (Asociación Argentina de Medicina del Sueño), Julieta Camji (MN132.673) indicó que “Es un planteo acertado mientras se evalúe como estudio preliminar ya que debería comprobarse en un mayor número de pacientes”.

Los investigadores del la Universidad de Ginebra, realizaron un estudio del sueño con 18 personas, a quienes les colocaron unos electrodos, con el objetivo de monitorear la actividad del cerebro mientras duermen. El estudio consistía en ir despertándolos para averiguar los sueños que iban teniendo, y si durante el sueño se había sentido asustados.

De esta manera, analizaban las respuestas de los pacientes, verificando las áreas del cerebro que se había ido activando, haciendo foco especialmente en los sitios donde se registra el miedo.

Uno de los investigadores de este estudio, Lampros Perogamvros, cuenta en la revista Science Daily que “Identificamos que hay estructuras como la ínsula que desata respuestas negativas al momento del peligro, mientras que la corteza cingulada las controla”.

Más adelante, se les mostró imágenes de terror, con violencias o con situaciones angustiantes para notificar qué áreas del cerebro se activaban. Fue aquí que concluyeron que la ínsula se activa menos a mayor miedo del paciente.

La Dra. Camji además agregó que “La corteza cingulada es una circunvolución (elevaciones de la corteza cerebral) del área media del cerebro e involucra la formación de emociones, procesamiento de datos referidos a la conducta, al aprendizaje y memoria”. “Por otro lado, la ínsula es otra región del cerebro que permite asociar las experiencias, volviéndolas agradables o desagradables” finalizó.

 

 

 

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