Profesionales del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur realizaron un operativo en el popular barrio porteño, luego de que se detectaran casos de murciélagos infectados con rabia. La actividad se desarrolló de manera amigable, una charla puerta a puerta. Y tuvo dos objetivos específicos: determinar si había más especies afectadas en la zona y concientizar sobre la importancia de vacunar a perros y gatos.
El director de la reconocida institución, Oscar Lencinas, precisó: “La rabia en la Ciudad de Buenos Aires está controlada, pero no erradicada y el murciélago no es plaga, sino animal nativo. Estaba aún antes de la fundación de Buenos Aires”
Durante 2018 el Equipo del Pasteur contabilizó dieciocho casos positivos sobre un total de trescientas diecisiete muestras. En 2017 fueron sólo seis los infectados sobre un total de doscientos sesenta.
Para tener en cuenta
Cuando un murciélago enferma de rabia se choca contra los postes, árboles y balcones, vuela de día y cae al piso. Jamás hay que tocarlo. Con relación a las mascotas, desde el Pasteur aseguran que en el contacto, las puede morder y transmitir por saliva el virus. De aquí la importancia de la vacunación. La realidad es preocupante pero no como para alarmarse.
El Pasteur dispone de métodos para el diagnóstico, con análisis que en tres horas, pueden determinar si existe o no la presencia de la enfermedad.