La demanda fue elevada días atrás desde el movimiento de vecinos autoconvocados ante la oficina de Atención a Reclamos del organismo internacional, que fue el que dio fondos a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta para diversas obras.
La iniciativa de un grupo vecinal de Boedo le pidió al Banco Mundial que suspenda el financiamiento otorgado al gobierno porteño para ejecutar una obra que prevé tomar una calle de ese barrio para transformarla en una “vía verde sustentable” y negaron que la iniciativa responda a criterios relacionados con el clima y las inundaciones.
Desde el movimiento de vecinos autoconvocados iniciaron la solicitud en la Oficina Atención a Reclamos del organismo internacional, que fue el que dio fondos al gobierno porteño para diversas obras con el objeto de mitigar el impacto de las inundaciones.
En tanto, la iniciativa oficial incluyó la iniciativa de crear una “calle verde” en tres cuadras de Castro, entre las avenidas Independencia y San Juan, en Boedo, al igual que en otros barrios porteños, en búsqueda de incorporar superficies verdes y adaptar la Ciudad al cambio climático.
Pero por parte de los vecinos hubo oposición a la obra desde que fue anunciada debido a que consideran que traería inconvenientes vinculados al tránsito, dado que la calle quedaría restringida al paso vehicular, por lo cual iniciaron una campaña de rechazo.
La organización vecinal decidió recurrir al BM cuando conocieron algunos detalles de la propuesta que sostenían el aporte de la “calle verde” al cambio climático y la prevención de inundaciones, lo que les llamó la atención, dado que no es una zona que registra situaciones de anegamientos en las jornadas de lluvias.
En este sentido, Soledad Gioia, vecina que forma parte del colectivo barrial “No destruyan Castro”, explicó: “Acá no tenemos inundaciones, ni sudestada ni ninguno de esos problemas, aunque la obra para el barrio de Boedo está presentada como de infraestructura pluvial y por eso el crédito del Banco Mundial”.
Asimismo, Gioia contó que el proyecto prevé que para mitigar los anegamientos se instalará un sistema urbano de drenaje sostenible, que son depósitos de agua de lluvia que se incorporan a las veredas para retrasar la llegada del excedente hídrico al desagüe.
Otro de los argumentos que utilizan los vecinos es que el gobierno porteño no convocó a una audiencia pública, como instancia de participación ciudadana, que tiene carácter obligatorio para este tipo de obras, de acuerdo al protocolo establecido por el BM, así como tampoco se presentaron estudios previos de impacto ambiental y de tránsito. Por esta razón, los vecinos advierten: “Hasta que la obra no pare, no vamos a parar”, dijo la vecina que anticipó también que analizan recurrir a la justicia local como alternativa.
Con el antecedente de lo que sucedió meses atrás con los vecinos de Saavedra que lograron que la entidad de crédito suspendió el financiamiento de una obra hidráulica como consecuencia de la demanda enviada, y la serie de irregularidades advertidas, los vecinos de Boedo llevaron a la presentación ante el Banco Mundial.