Policías y Bomberos de la Ciudad de Buenos Aires caídos en cumplimiento del deber, fueron homenajeados.
Del homenaje, realizado en el predio ubicado en la Avenida Intendente Bullrich, participaron el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta y el Vicejefe, Diego Santilli, quien también está a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad.
Otros funcionario estuvieron presentes de la Ceremonia, como el jefe de Gabinete de Ministros, Felipe Miguel; el jefe de la Policía de la Ciudad, Gabriel Berard; el subjefe de la fuerza, Oscar Enrique Cejas; el jefe del Cuerpo de Bomberos de la Ciudad, Juan Carlos Moriconi; y el subjefe de Bomberos, Carlos Luis Infanti.
Horacio Rodríguez Larreta, en su discurso, agradeció y reconoció “a todos nuestros héroes de la Policía y los Bomberos de la Ciudad que dieron la vida por el prójimo”.
Y agregó que “El acto más noble en la sociedad que vivimos es dar la vida por el otro, por la gente, por su seguridad y cuidado. Tendrán siempre nuestro infinito recuerdo y conmemoración”.
Por su parte, Diego Santilli, manifestó que “hoy venimos a honrar a todos esos hombres y mujeres que eligieron la vocación de cuidar al otro y arriesgar todos los días su vida en esa tarea”.
“No hay palabra que pueda honrar el trabajo que hicieron y hacen. No hay ceremonia que pueda dar justicia, ni honor que pueda reemplazar la presencia de sus seres queridos. Pero en nombre de todos nosotros queremos decirles gracias por haber elegido esta vocación, que es la más noble, poniendo todo de ustedes al servicio de los demás”, manifestó Santilli.
Durante la ceremonia, se colocó la piedra fundacional del Monumento a los Caídos de la Policía y los Bomberos de la Ciudad de Buenos Aires, que será construido próximamente.
En el acto, también se conoció la palabra del jefe de la Policía de la Ciudad, Gabriel Berard, quien dijo que “esta jornada conmemorativa es la más sentida dentro del ámbito institucional de la Policía, ya que está dedicada a homenajear a los camaradas que ofrendaron lo más preciado del ser humano: su propia vida”.
“La muerte de un servidor público nunca es en vano, porque nuestros caídos son el faro que ilumina desde el cielo las nobles actitudes a las que un policía debe hacer honor”, indicó el jede de la Policía de la Ciudad.