Dejar de fumar es una decisión personal, más allá de las buenas intenciones y de las campañas institucionales, si el fumador no dice “basta para mí”, seguirá hasta que un día el cuerpo, de manera inevitable, le pase factura.
De todas maneras, es importante que cada 31 de mayo, a instancias de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, sea un día para sensibilizar a nivel global acerca del daño que provoca el tabaco en el organismo.
De acuerdo a investigaciones científicas, el humo del cigarrillo contiene más de cuatro mil sustancias tóxicas, como el monóxido de carbono, cianuro, formol, plomo y la nicotina de enorme poder adictivo.
La Ciudad cuenta con un Programa de Prevención/ Control del Tabaquismo, junto a centros terapéuticos orientados a abandonar el hábito de fumar.
Las tasas más altas de consumo de tabaco, por grupo etario, se ubican en la población de 25 a 49 años.
Los primeros beneficios que se perciben luego de dejar de fumar son: el ritmo cardíaco y la presión bajan, el nivel de monóxido de carbono en sangre se reduce , mejora la circulación y aumenta la capacidad pulmonar, disminuye la tos, congestión nasal, dificultad para respirar y cansancio, se normalizan los sentidos del olfato y el gusto.
Los chicos que viven en hogares donde se fuma, padecen tos crónica, asma, bronquitis, neumonía, otitis con mayor frecuencia.
Epoc
Es una enfermedad obstructiva, que dificulta la respiración y que puede provocar la muerte. La causa principal es el humo del tabaco. Si bien no es curable, el diagnóstico a tiempo, a través del estudio llamado Espirometría, permite controlar el avance del mal. Sandro, el querido ídolo popular, padeció esta enfermedad.