El tradicional festejo del Día del Color Boquense se llevó a cabo en el Museo Benito Quinquela Martín, en homenaje a la creación de Caminito. Participaron estudiantes y artistas del barrio en actividades de restauración y arte público.
El Museo Benito Quinquela Martín celebró este 18 de octubre una nueva edición del Día del Color Boquense, un evento que conmemora la fundación de Caminito, el emblemático museo a cielo abierto de La Boca, creado por el reconocido pintor Benito Quinquela Martín. Este año, las actividades destacaron el valor del color como símbolo de identidad del barrio, buscando continuar con la visión del artista de llenar las calles de La Boca con una explosión de tonalidades que representen la alegría y el espíritu boquense.
Como parte de los festejos, el Museo lanzó una serie de intervenciones artísticas en distintos puntos del barrio, resaltando la importancia del color en la identidad local. Entre las principales actividades, se inició un proyecto para destacar con colores los emplazamientos donde se encuentran relieves y esculturas patrimoniales de La Boca. Esta iniciativa, que involucra tanto a estudiantes de escuelas del distrito como a artistas del barrio, tiene como objetivo embellecer los espacios públicos, dotándolos de la impronta vibrante característica de la obra de Quinquela.
El color es la manera de darle vida al barrio, de seguir con el sueño que Quinquela Martín tenía para La Boca. Este tipo de acciones buscan restaurar las piezas patrimoniales y conectar a la comunidad local con su legado artístico y cultural.
Una de las actividades más significativas de esta edición fue la intervención artística en la plaza interna “Benito Quinquela Martín” del colegio San Juan Evangelista. Los estudiantes del establecimiento participaron activamente en la pintura de este espacio, sumando su creatividad y energía al proceso. De esta manera, el color no solo transformó las calles del barrio, sino que también se expandió hacia las instituciones educativas, involucrando a los jóvenes en la tarea de revitalizar su entorno.
“El sueño de Quinquela era que las calles de La Boca se convirtieran en una inmensa sonrisa frente al Riachuelo”, comentaron los organizadores de la actividad, enfatizando que estas intervenciones no solo embellecen el barrio, sino que también fortalecen el sentido de pertenencia de los vecinos y estudiantes que participan en ellas.
Además de las intervenciones artísticas, el Museo propuso una actividad especial para todas las escuelas del distrito: la creación de un rompecabezas gigante de Caminito. Esta iniciativa tiene como objetivo acercar a los estudiantes a la historia del famoso paseo boquense de manera lúdica y colaborativa. Cada una de las aulas de las escuelas participantes contará con una pieza del rompecabezas, que al completarse simbolizará la unión de todos los estudiantes en la celebración del Día del Color Boquense.
Este rompecabezas gigante es una forma de conectar a los más jóvenes con el legado cultural de La Boca, permitiéndoles aprender sobre su historia a través de una actividad creativa y participativa. “Es una manera de involucrar a las nuevas generaciones en la historia del barrio, haciéndolos partícipes de su identidad a través del arte”, señalaron desde el Museo Benito Quinquela Martín.
El Día del Color Boquense es una celebración que recuerda la creación de Caminito y destaca el impacto que el color tiene en la vida de los vecinos de La Boca. Para Benito Quinquela Martín, el color representaba mucho más que una técnica pictórica: era una forma de transformar el entorno, de convertir el barrio en una obra de arte viviente. En este sentido, las actividades realizadas por el Museo buscan dar continuidad a esa visión, transformando cada rincón de La Boca en un homenaje a su historia y a su gente.