La práctica del intercambio es tan antigua como la historia de la humanidad. Con el paso del tiempo, nuestro país tiene aún viva la memoria de 2001, y esta práctica significó un aporte positivo ante la difícil realidad de ese momento histórico en nuestro país.
En la actualidad y ante el auge de la tecnología y las redes sociales, se multiplica el intercambio de ropa de diseño, comida a domicilio, vehículos, estadías en casas de familia, etc.
La movida definida como accesible, fácil y gratis, promueve la interacción, generando acuerdos sin el intercambio de dinero.
El objetivo principal es acercarse desde la convicción y no por la crisis del momento. Es la posibilidad de un encuentro orientado hacia el beneficio común, la práctica del reciclado, el ahorro y el manejo para complementar la economía mensual.
Vale la pena explorar Bioecon, Comunidad del Trueque (CDT), o el Munitario, entre otras opciones con trayectoria, que coinciden en afirmar, que con pequeñas acciones se puede modificar la economía personal día a día.
Club del Trueque
Nació en la localidad bonaerense de Bernal en 1995, y su modelo se desarrolló en numerosos países de América Latina.
Resolvió parte de la problemática de 2001, pero de ninguna manera es sinónimo de pobreza. Su implicancia va más allá porque invita a pensar y a elaborar la economía de otra manera.