Cada tres de julio, se celebra en nuestro país el Día de todos ellos que enriquecen, alegran y acompañan nuestras jornadas con su labor, no sin esfuerzo, pero con todas las ganas siempre.
La movida se inició allá por 1943, con la creación de la Sociedad Argentina de Locutores, SAL, se trata de la entidad gremial que nuclea a los profesionales del micrófono, sobre todo a aquellos con presencia radiofónica.
Argentina ha tenido, tiene y tendrá excelentes locutores/as. La lista es interminable sin duda, pero a la hora de mencionar algunos que particularmente me hayan impactado podría mencionar a: Juan Alberto Badia, Héctor Larrea, Nora Perle, Betty Elizalde, Antonio Carrizo, Graciela Mancuso, creadores de un estilo inconfundible, entre otros, por supuesto como Hugo Guerrero Marthineitz, Pedro Anibal Mansilla…
Por supuesto que también existen las nuevas generaciones que procuran abrirse paso. El camino no es fácil, pero tampoco diríamos que difícil, sólo se trata de trabajo, trabajo y más trabajo, pasión y saber aprovechar las oportunidades.
Una radio por más tecnología que disponga sin locutores, sencillamente, no existe.
Es de esperar que sean reconocidos como su labor lo merece, con y más allá de la fecha que nos convoca. Porque ser locutor no se trata de hablar cuando se enciende la luz roja y decir lo que primero que se cruza por la cabeza…Ser locutor es mucho más…
Quiero saludar en este día y cada día a los grandes que tanto hemos disfrutado, a los que han partido y a los que están comenzando este desafío maravilloso que se valida cada veinticuatro horas…
