La Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires informó que la inflación en la Ciudad alcanzó el 9,8% en abril, marcando así el primer índice de un dígito mensual desde el cambio de gobierno nacional en diciembre pasado. Esta cifra refleja una tendencia a la baja, siendo el cuarto mes consecutivo con descenso en el índice.
María Eugenia Lago, titular del organismo, destacó este descenso constante desde el 21,1% observado en diciembre de 2023, subrayando que abril es el primer mes en que el índice se sitúa en un dígito desde julio del año anterior.
En cuanto a los rubros que más incidieron en este incremento, Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles lideraron con un aumento promedio del 22,9%, seguido por Educación y Salud, este último limitado por el gobierno a raíz del aumento del índice de precios al consumidor (IPC) del Indec.
Asimismo, el sector de Información y comunicación, así como el de Alimentos y bebidas no alcohólicas, experimentaron incrementos significativos. En particular, el rubro de alimentos presentó un aumento del 5,1% el mes pasado y del 316% en el último año.
Por otro lado, los bienes registraron un aumento de 4,8%, mientras que los servicios aumentaron un 13,8% en abril. Este crecimiento en los servicios estuvo marcado principalmente por las actualizaciones en las tarifas residenciales de agua y gas, así como en las cuotas de medicina prepaga y los precios de restaurantes, bares y casas de comida.
Es relevante mencionar que, según el informe, la inflación del último año se vio impulsada principalmente por los rubros de Alimentos y bebidas no alcohólicas, Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, Transporte, y Restaurantes y hoteles, responsables del 58,9% de la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires.
Estos datos sitúan a la inflación porteña en un contexto de descenso gradual, aunque la presión persiste en algunos rubros como consecuencia de los aumentos en las tarifas de servicios públicos, transporte y alimentos. La próxima semana se espera el dato del Indec, que se prevé también ubicará en un dígito, consolidando así a Argentina con una de las inflaciones más altas del mundo.
El impacto de esta inflación sobre la economía y la vida cotidiana de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires es significativo. Los incrementos en los precios de servicios básicos como la vivienda y la salud pueden generar dificultades financieras para los hogares, especialmente aquellos con ingresos fijos o de bajos recursos.
Además, la escalada de precios en alimentos y bebidas afecta directamente el poder adquisitivo de la población, especialmente de aquellos sectores más vulnerables. Esto puede traducirse en una disminución del consumo interno y un aumento en la incidencia de la pobreza y la desigualdad social.
En cuanto a las expectativas, si bien se observa una tendencia a la baja en la inflación mensual, persisten desafíos importantes para controlarla a largo plazo. La estabilidad de los precios depende en gran medida de políticas económicas efectivas que aborden las causas estructurales de la inflación, como los desequilibrios fiscales y monetarios, así como la evolución de variables externas como el precio internacional de los commodities y la situación geopolítica global.
En este sentido, se espera que el gobierno porteño y nacional implementen medidas destinadas a contener la inflación y promover un crecimiento económico sostenible y equitativo. Esto podría incluir políticas de control de precios, incentivos para la producción local y el consumo responsable, así como programas de asistencia social dirigidos a los sectores más afectados por la crisis económica.
En resumen, la inflación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es un fenómeno complejo que requiere una respuesta integral y coordinada por parte de las autoridades gubernamentales, el sector privado y la sociedad en su conjunto. Solo a través de un enfoque multidisciplinario y colaborativo será posible superar los desafíos económicos y construir un futuro más próspero y equitativo para todos los ciudadanos.