El club de rugby en Floresta es soñado y creado por Juan Marchetti y Rolando Faverio en septiembre de 2005 y a casi 10 años de afiliarse a la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA), el Floresta Rugby Club pasa por un momento de definiciones importantes como contar, para octubre, con una cancha propia.
El Club es creado con el objetivo de generar espacio de esparcimiento y deporte para la comunidad, pensando en el Rugby como el deporte recreativo y social que permita la integración y el desarrollo de niños, niñas y jóvenes, a partir de los 5 años en adelante, siendo este espacio, un espacio seguro, y de contención para los chicos y las chicas en general. La práctica, en la actualidad, está a cargo de profesionales que se encargan de generar espacios propicios para el fomento de este deporte en el barrio y en la Ciudad.
También ofrecen formación a adolescentes y padres, por medio de cursos y charlas brindados por docentes especializados, asegurando de esta forma el acceso a información en temas de prevención de sustancias peligrosas (drogas) y educación para la salud.
El requisito de la URBA, le exige al Club y este a su vez se preocupa por el desarrollo de las actividades deportivas y principalmente aquellas que desarrollan en sectores de sensible situación social. Estas actividades se vuelven sumamente necesarias a la integración y la inclusión de menores en situación de calle o con índices de marginalidad.
Ante el alerta, las Canchas Peuser del Parque Avellaneda podrían ser una opción para que no sean Excluidos del URBA, porque si pierden la afiliación a la URBA pierden el club.
Con este fin fue presentado un proyecto de ley en la Legislatura porteña para solicitarle, por 10 años, ceder un predio de dos hectáreas del Parque Avellaneda lindante con el peaje de la Autopista.
La cesión del espacio delimitado en el presente proyecto de ley, no solo dispone la solución de generar un marco de confiabilidad para de los vecinos, aumentar la circulación dentro del parque, promover una actividad deportiva fundamentada desde la inclusión, generar un nuevo uso amigable con el ambiente, y confiable, sino además, a una demanda ya histórica del Floresta Rugby Club de poder disponer un espacio donde ejercer sus actividades deportivas y de contención social.
