Esta semana ha sido una semana tensionante para maestros, alumnos puesto que el Gobierno de la Ciudad decidió bajo una resolución cerrar 14 escuelas nocturnas de la ciudad.
Por esta medida el miércoles hubo un paro de docentes por la zona Abasto para hacer la denuncia pública y rechazo a esta medida. Uno de las justificaciones para el cierre es que las escuelas presentaban desactualización en sus planes de estudio, que están desde 1974 y había bajo número de matrículas en el secundario nocturno.
Con respecto al cierre, el Gobierno de la Ciudad responde a los docentes que serán reasignados y que ninguno quedará sin empleo. Siete de los secundarios nocturnos serán integrados para que el nivel de matrícula sea regular.
Por lo que los estudiantes, según la respuesta del Gobierno de la Ciudad, no se quedarán sin terminar su secundario, puesto que se reasignarán a otros.
La dificultad y el rechazo de la comunidad educadora es porque esta modalidad está enfocados para las personas que no tienen la posibilidad de realzar sus estudios secundarios durante el día y que presentan situaciones dispersas y complejas y que al cerrarse causarán que las personas no terminen el proceso debido al traslado, pasajes y demás.
Uno de los nocturnos cerrados bajo resolución está el nocturno del barrio Barracas donde se están organizando asambleas para emprender esta lucha. El colegio Joaquín V. González, está ubicado en Montes de Oca y Quinquela.
Comunidad educativa y vecinos, programan con urgencia paros y reuniones para saber la forma de resistir al cierre de estas 14 escuelas. Por su parte el Gobierno de la Ciudad, sigue en pie con la decisión y las Escuelas dejaran de funcionar para inicios de clases del 2019.
Por el momento, vecinos, estudiantes y maestros esperan con angustia que las movilizaciones hagan efecto y se generen espacios de diálogo y negociación, para que haya un buen desenlace en estas medidas que atentan contra la educación de la ciudad y cierra oportunidades a personas que lo necesitan.
