Mediante el Plan Procrear II, el Gobierno Nacional entregó 186 viviendas en la Ciudad de Buenos Aires.
En el DesarrolloUrbanístico Estación Buenos Aires, de Parque Patricios, se entregaron 86 casas gracias al Plan Procrear II. Y con la misma modalidad, se entregaron 100 casas más en el Desarrollo Urbanístico Estación Sáenz, ubicado en el barrio porteño de Nueva Pompeya.
Trabajadoras y trabajadores agremiados, personal de salud no médico, ex-Combatientes de Malvinas y residentes de la Comuna 4, así como familias inquilinas, fueron las 186 personas que fueron beneficiados.
En este sentido, estuvieron presentes durante la entrega de las viviendas del Procear II, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi, junto al secretario de Desarrollo Territorial, Luciano Scatolini.
En tanto, junto a los funcionarios que recorrieron las viviendas del Desarrollo Urbanístico Estación Buenos Aires, en Parque Patricios, estuvieron el diputado nacional y secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, el senador nacional Mariano Recalde y el dirigente de la CGT Jorge Solá, que fueron testigos de la entrega de las llaves de las casas a 86 familias.
En tanto, durante el acto, Hugo Yasky señaló que “Estas viviendas reafirman la voluntad de construir un tiempo distinto para los trabajadores, diametralmente opuestos a los que vivimos cuando los que promovían la actividad privada le negaban el derecho a la vivienda a quien cobraba un salario, o le imponían condiciones que hacían imposible acceder”.
El ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi remarcó que “el trabajo con los sindicatos es clave porque empezamos a generar suelo para las viviendas, y es un derecho para una clase social ascendente, al mismo tiempo que se genera trabajo genuino y reactivación económica”.
Por su parte, una de las beneficiarias, Lizbeth, junto a su pareja y su hijo, dijo: “Soñábamos con el tema de la casa”. Lizbeth es una maestra que llevaba años lidiando con la búsqueda de una vivienda, ya que estaban viviendo en la casa de sus suegros, por no haber podido acceder a un lugar propio hasta ahora. “Con la llave en la mano, ya podemos decir que es nuestra casa. Felices”, dijo con emoción Lizbeth al poder cumplir con el sueño de la casa propia.
