Las tobilleras electrónicas son dispositivos de geolocalización, que permite conocer el lugar en que se encuentra quien la lleve, minuto a minuto, que establece la justicia para prevenir la violencia de género.
El Ministerio de Justicia en conjunto con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, añadió las tobilleras electrónicas en el 2018.
Este elemento se coloca en la pierna del agresor, de manera que se le pueda brindar seguridad a aquellas mujeres víctimas de violencia de género, cerciorando la ubicación de éste, viendo que no se acerque a las zonas limitadas por la justicia.
Por lo general, la perimetral que puede determinar la justicia es de 500 metros, por lo que la novedad de este año es que desde el centro de monitoreo sonará una alarma cuando el victimario esté dentro de los primeros 200 metros de la zona de restricción, momento en que se le envía un mensaje para que se aleje de esa zona prohibida.
En el caso en que el agresor se acerque a 100 metros de la víctima, el dispositivo anti pánico que tiene la mujer, da aviso de que su agresor está cerca, y se la contacta telefónicamente para contenerla y decirle cuáles son los pasos a seguir en ese momento.
Los dos, (agresor y víctima) tendrán un aparato que funciona como un teléfono un celular con GPS, para efectivizar que el procedimiento se cumpla.
Este dispositivo se implementó como medida preventiva, para evitar que el agresor se acerque a la víctima. Está establecido un perímetro por orden judicial, para impedir el ingreso a la zona de exclusión. Si ocurriera que se viola esa orden, al operador le llega un alerta y tiene autonomía para actuar según la normativa, para que un móvil policial imposibilite que el agresor llegue hasta donde está la víctima.
Este sistema funciona con tecnología de avanzada, y se adquirió gracias a una licitación pública. Asimismo, los operadores han sido seleccionados especialmente para esta tarea, a los que también se los capacitó para que el servicio que brinden fuera óptimo.
