Como parte de los esfuerzos por recuperar los edificios que conforman el Área de Protección Histórica de la Ciudad, se decidió poner en valor los “Altos de Ezcurra”, la casa que fuera hogar de Doña María Josefa Ezcurra, cuñada de Juan Manuel de Rosas. La familia habito este espacio entre los años 1841 y 1896 y el edificio representa las construcciones clásicas del siglo XIX, por lo que su valor histórico en invaluable.
Luego de muchos años en los cuales la casa sufrió peligro de derrumbe y con su fachada en evidente estado de abandono, en 1999 se realizaron las primeras obras para salvarla. Se refaccionó la fachada, acondicionando el interior y se trataron los problemas de filtración que aumentaban el riesgo de derrumbe. En esta nueva etapa se consultaron los planos originales de 1893 para conocer la estructura de la casa y no modificar ningún rincón. Al empezar con las excavaciones en el lugar, fueron encontrándose elementos de la época como vidrios y telas, que se hallaban al fondo de un tanque cisterna de agua. Una vez finalizados los trabajos la idea es exponer en vitrinas esos elementos y colocar un aljibe típico de la época para que los visitantes dimensionen las características de la vida porteña de finales del siglo XIX.
Esta zona de la ciudad es caracterizada por construcciones históricas que nos recuerdan como eran las viviendas y comercios de aquel entonces. Si caminamos por la calle Alsina, entre Defensa y Bolívar también encontraremos otras joyas de antaño. La Casa Altos de Elorriaga de 1808, la Confitería Puerto Rico, Farmacia de la Estrella, Librería del Colegio, La Basílica de San Francisco, entre otras. Todos estos espacios serán restaurados y puestos en valor con la intención de recuperar estas joyas arquitectónicas y restituir el patrimonio histórico.
Como parte de las obras del plan manejo del Casco Histórico y del plan de Prioridad Peatón, ya se ha trabajado sobre la zona denominada APH1, que forma parte de las Aéreas de Protección Histórica de la Ciudad y de la cual son parte edificios como el Museo Isaac Fernández Blanco y el Museo Sivori. Ahora es el turno de la Casa de los Altos de Ezcurra, pero en la zona ya se pueden ver el clásico empedrado de las calles y la nivelación de sus calzadas.
