Ramona “Cachita” Arévalo, referente del movimiento LGBT y emblema del matrimonio igualitario, falleció este viernes a sus 75 años, a causa de una enfermedad cardiaca.
Chachita, junto a Norma Castillo, fueron la primera pareja de mujeres en casarse en tierra Argentina y latinoamericana mediante la sanción de la ley del Matrimonio Igualitario en el país.
Chachita creció en Parque Chas y es aquí en este barrio donde inauguran junto a su esposa el Centro Cultural El Socavón, ubicado en La casa de Bucarest 1471 de la comuna 15, y que logró sostener evitando su desalojo por parte del Gobierno de la Ciudad.
Una enfermedad cardiaca, se llevó a Chachita de esta vida terrenal, y justo, por cuestiones del destino, la despide la celebración de la semana de la diversidad LGTBI en Buenos Aires, motivo por el que tuvo toda una vida de lucha y militancia por el reconocimiento y la libertad, en términos de igualdad ante la ley y además por la visibilidad y el respeto de los adultxs mayores de la comunidad LGBT.
Raúl Delgado poeta y vecino, publica en la página web del Parque Chas un poema de despedida a Ramona Arévalo y destaca su lucha incansable por la libertad y el amor igualitario:
NORMA Y CACHITA
(Raúl Delgado)
Norma se quedó con su pañuelo
mirando más allá
del vapor de la pava.
La mirada perdida en algún punto
de un camino muy largo
de amor que no termina.
El mate se quedará esperando
que Cachita lo cebe
y lo ponga en sus manos.
Sus labios susurraran su nombre
para que un viento bueno
lo lleve al infinito.
Cachita habitó en su castillo
media vida de acá
y lo que quede de eterno.
Nunca precisaron de dragones
ni príncipes azules
ni permisos de nadie.
Tejieron juntas una sola historia
de amor y de ladrillos
de paciencia y de arte.
Cavaron socavones muy profundos
pero no para esconderse
sino como trincheras.
Y un día de esos
que debería ser siempre
sus manos se juntaron
frente a toda la gente.
Se besaron
y mostraron la libreta
que no necesitaban
pero nosotros sí.
Norma sigue buscando el infinito
para ver en qué esquina
Cachita va a esperarla.
Y en el jardín de la casa que sembraron
flores de mil colores
bailan como banderas.
