El profesorado de enseñanza terciaria Dora Acosta abrió sus puertas en 2014, hasta ese momento, el popular barrio de Retiro, carecía de establecimientos como para continuar los estudios luego de finalizar el secundario. El proyecto nació en 2013 no sin esfuerzo y el año que viene celebrará la partida de sus primeros egresados.
“El Dorita” fue construido por la organización social El Hormiguero, desde una propuesta donde la mujer ocupa un lugar fundamental. El objetivo principal ha sido y es garantizar que la educación terciaria llegue a la “31”, señaló María Bielli, responsable del rectorado.
“La idea nació en 2013. A través de una encuesta entre los vecinos conocimos que carreras les interesaría estudiar. Surgieron especialmente dos: enfermería y docencia, explicó Bielli.
Una obra hecha a pulmón, que en 2015, obtuvo el reconocimiento del Ministerio de Educación de la Ciudad y en 2016 logró un importante convenio con la Universidad de Buenos Aires (UBA).
La mayoría de los estudiantes que asisten al “Dorita” son vecinas del barrio. “Tenemos aproximadamente sesenta alumnos, de los cuales, sólo cuatro son varones. La mayoría son madres y trabajan desde chicas. Últimamente muchas tuvieron que empezar a laborar más horas por la situación económica y dejaron los estudios. Creo que si la deserción no es tan alta es porque se establecen lazos muy fuertes entre ellas y se sostienen colectivamente”, agregó la rectora.
Sandra, vino de Paraguay a los cuatro años, hoy tiene treinta y tres, terminó de cursar la secundaria en 2005 y tuvo dificultades para seguir estudiando porque debía una materia. Comenta con entusiasmo:“En el profesorado me aceptaron! Me di cuenta que es un lugar donde importo, donde no soy una más”. Por su parte Elba, llegó a la Argentina hace veinte años, también desde tierras paraguayas, y al respecto, comentó: “Me anoté en el profesorado en 2016 y acá aprendí lo que es la educación popular. Antes era una más en el sistema. Acá uno entra y cambia, no es la misma persona que era cuando entró”.
