Un despliegue policial y de emergencias en Palermo concluyó sin hallazgos luego de que una denuncia por un tirador resultara ser falsa.
Esta mañana, el barrio de Palermo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires vivió una situación insólita cuando una denuncia al servicio de emergencias 911 reportó la presencia de un tirador en un balcón. La alarma provocó un operativo extensivo, que incluyó la intervención de la Policía de la Ciudad y del SAME, el servicio de emergencias médicas. No obstante, al final de la jornada, se confirmó que la denuncia carecía de fundamento y que no hubo agresor ni personas lesionadas.
La denuncia inicial afirmaba que un vecino, ubicado en el séptimo u octavo piso de un edificio en la Avenida Luis María Campos, estaba disparando un arma de fuego hacia peatones y trabajadores de una construcción cercana. La gravedad de la acusación llevó a la Policía de la Ciudad a desplegar rápidamente un operativo que incluyó el corte de calles en la zona para facilitar la búsqueda del supuesto tirador. Además, el SAME envió varias ambulancias para atender a los posibles heridos.
Alberto Crescenti, titular del SAME, confirmó a TN que se estaban realizando curaciones a un obrero que supuestamente había sido herido por un “perdigón de un aire comprimido”. Crescenti añadió que la policía estaba buscando al agresor. Sin embargo, tras un exhaustivo rastreo y conversaciones con los vecinos, las autoridades determinaron que no había indicios de un ataque real.
Fuentes oficiales explicaron que el malentendido se originó en una zona con alta tensión debido a los ruidos generados por una obra en construcción. Una mujer vecina, quien hizo la denuncia, en realidad se refería a un incidente de menor gravedad que había ocurrido en el pasado. Al ser entrevistada por los oficiales, la denunciante modificó su relato, reconociendo que conocía a una persona que en años anteriores disparaba balines a las palomas, pero no tenía conocimiento de que tal situación se hubiera repetido recientemente.
Paralelamente, el SAME verificó que la herida del obrero no era reciente. La policía reportó que el trabajador de 38 años, que se desempeña en una obra en construcción, había indicado que la herida en su brazo derecho podría haber sido causada por un balín de aire comprimido. El obrero mencionó que el día anterior había visto a un hombre con un arma similar en un edificio cercano. Sin embargo, este testimonio no aportó pruebas concretas sobre el origen de la lesión.
En tanto, la Policía de la Ciudad inspeccionó el edificio en cuestión, ubicado en la Avenida Santa Fe al 4900, y después de un relevamiento minucioso, no se encontró evidencia del supuesto tirador. El caso fue revisado por la Unidad de Flagrancia Norte, bajo la dirección de María Milagro Sauls, quien decidió tomar declaraciones del obrero y del capataz de la obra antes de cerrar el caso.
